Es fácil olvidar lo SUCIAS que pueden llegar a estar nuestras bocas.
Aunque te cuides mucho los dientes, tu boca está constantemente llena de bacterias que tratan de corroer tus dientes y que causan enfermedades. Una famosa página norteamericana contactó a la portavoz de la Asociación Dental Americana (ADA), la Dra. Kimberly Harms, una dentista especialista en Cirugía Dental que trabaja en Minnesota y Ruanda, para averiguar los errores comunes que todos cometemos y conocer cosas que los dentistas desean que sepamos, además de comprender las consecuencias de no lavarse los dientes.
1. Ahora mismo, hay una gran biopelícula adherente llamada “placa” que cubre con bacterias la superficie de tus dientes.
“Esa placa bacteriana se adhiere delante, detrás, a los lados y debajo de las encías”, dice Harms. La placa no es gruesa, así que puede que tengas la sensación de que tus dientes están limpios, aún con la placa sobre ellos. Pero en realidad es el origen del deterioro y de enfermedades dentales. Por tanto, es necesario saber que eso se produce en tus dientes todos los días y por ello es tan importante cepillarse los dientes. “La mejor forma de combatir la placa es cepillarse los dientes durante dos minutos y utilizar hilo dental de manera adecuada al menos dos veces al día”, dice Harms.
2. Si tu boca está seca con frecuencia, las bacterias crecerán más rápido.
“Muchas personas no saben lo importante que es la saliva para limpiar los dientes y prevenir las caries”, dice Harms. La saliva, obviamente, ayuda físicamente a lavar los residuos de comida, pero también tiene propiedades antibacterianas, neutraliza los ácidos que corroen el esmalte, y ayuda a reparar y restaurar los dientes. Así que si sufres de sequedad en la boca (a menudo causada por ciertos medicamentos), eso puede ser una mala noticia para tus dientes.
“Necesitas protección o atención adicional a la limpieza de los dientes, si tienes la boca seca”, dice Harms. Hay una gran variedad de enjuagues y pastas de dientes en el mercado que incrementan la saliva, pero beber mucha agua también ayuda.
3. La placa también crece en tus dientes por la noche, así que no te olvides de cepillártelos y de utilizar el hilo por la mañana.
A pesar de que no comes mientras duermes y tus dientes probablemente se sienten súper limpios por la mañana si los cepillaste antes de dormir, la placa sigue recubriendo los dientes durante todas las horas de la noche. Es por eso que tienes mal aliento por la mañana.
“El cepillado de la mañana es tan importante como el de la noche, sobre todo si respiras por la boca, ya que seca la saliva”, dice Harms. No importa si es antes o después del desayuno, mientras que elimines las bacterias que crecieron durante la noche.
4. La placa solo puede ser eliminada manualmente con el cepillado y con el hilo. Si no, se quedará literalmente en los dientes para SIEMPRE.
La placa cubre todas y cada una de las superficies de los dientes, incluyendo las superficies que no se pueden ver o a las que no se puede llegar con un cepillo de dientes. “Si la gente entendiera la placa, usarían el hilo dental dos veces al día — pero en realidad no lo hace”, dice Harms. Sin el uso de hilo dental, las bacterias de la placa viscosa se quedarán allí. “Un tercio de las superficies de los dientes están cubiertas por otros dientes, por lo que necesitas limpiadores interdentales como la seda, cepillos pequeños o irrigadores orales para limpiar físicamente la placa por completo”, dice Harms. Así que, aunque es una gran molestia pasar tiempo con el hilo dental todos los días, va a ser un largo camino para tu salud oral.
5. Con el paso del tiempo, esa placa se volverá más dura y pasará a convertirse en sarro blanco, algo que suele eliminar a menudo un dentista.
“Si la placa se queda en el diente, con el paso del tiempo, los minerales de la saliva la endurecerán formando el sarro”, dice Harms. Esto suele ocurrir en el interior del diente (imagen superior), porque esa zona se tiende a menudo a desatender al cepillarnos y al utilizar el hilo dental.
A diferencia de la placa normal, Harms dice que hay que acudir al dentista para que este lo elimine. Utilizar una pasta de dientes antisarro puede ayudar, pero si es un caso bastante grave, necesitarás acudir a un profesional.
6. Y eventualmente, los malos hábitos de higiene dental pueden derivar en enfermedad de las encías, lo que obviamente es doloroso y molesto.
La placa también se acumula justo debajo de las encías alrededor de los dientes, dice Harms, y si no se elimina con el cepillado, esas encías se inflaman, lo que se llama gingivitis, o enfermedad periodontal (de las encías). Las encías inflamadas luego se alejan de los dientes, por lo que si no se trata, las bacterias pueden acumularse y causar sarro, infecciones, e incluso la pérdida de los tejidos y los huesos que sostienen tus dientes.
7. Hay una forma errónea de cepillarse, y tu podrías estar usándola.
“Nunca puedes usar el hilo dental con demasiada frecuencia, pero puedes pasar el hilo demasiado fuerte y de forma incorrecta, lo que daña tus encías”, dice Harms. “Hay mucha gente que sólo pasa el hilo a través de sus dientes y empuja hacia arriba y abajo con fuerza.” Esto no sólo no logra eliminar la placa, sino que también daña realmente la pequeña parte de encía que hay entre los dientes, lo que puede conducir a sangrado, irritación e hinchazón.
En vez de eso, trate de mantener el hilo en un ángulo tal que se envuelva alrededor del diente y elimine la placa cuando se mueva hacia arriba y abajo. “Piense en ello como si fuera seda deslizándose suavemente a lo largo de los dos lados de cada diente”, dice Harms. Es más fácil hacer esto utilizando hilo dental normal, pero también es posible con hilos de seda, también.
8. Y definitivamente no quieres cepillar muy fuerte, eso puede producir retracción de encías.
“A pesar de que pareciera que te estás limpiando los dientes mejor, cepillar demasiado fuerte, literalmente, desgasta la superficie de los dientes y las encías”, dice Harms. Es básicamente como papel de lija. A medida que envejecemos, nuestros dientes pasan por mucho desgaste por lo que no es necesario añadir a esto malos hábitos de cepillado que terminan exponiendo las raíces súper sensibles.
Harms sugiere el uso de un cepillo de dientes suave y, al cepillarse cerca de la línea de las encías, hacerlo en suaves círculos. Estos son algunos de los cepillos de dientes aprobados ADA para que empieces.
9. Los alimentos azucarados y almidonados, literalmente, alimentan las bacterias que se comen tu esmalte y provocan caries.
Cuando son metabolizados, se convierten en un ácido que ataca a los dientes, causando caries y la enfermedad de las encías. Así que realmente estás comiendo por dos cuando masticas esos Sour Patch Kids o tragas una Coca-Cola.
Pero no es tan simple como evitar todos los dulces — las frutas pueden ser también grandes culpables. Y en realidad, el chocolate negro no es tan malo, ya que contiene flavonoides, polifenoles y taninos, que promueven la salud dental, dice Harms. Entre las cosas que no dañan tanto los dientes se incluyen quesos y productos lácteos, que se enjuagan fácilmente, y verduras no ácidas y carne.
10. Mientras más veces comas durante el día sin cepillarte en el medio, el decaimiento sucederá más rápido.
“No es sólo lo que comes, sino la frecuencia con la que comes lo que influye en el decaimiento de los dientes”, dice Harms. Cada vez que comes, creas un ambiente para que las bacterias ataquen a los dientes, ya que también se comen los residuos de alimentos y producen ácido.
Así que si comes bocadillos durante todo el día — o bebes ese gran café helado — casi no le estás dando un descanso a tus dientes de “los ataques con ácido”, dice Harms. En cambio, ella sugiere apegarse a un horario normal de cuatro comidas y terminar las bebidas azucaradas o café dentro de los siguientes 30 minutos, para luego cambiar a agua.
11. Una rajadura en los dientes, no importa cuán pequeña sea, es súper vulnerable a las caries.
“Cuando los dientes se rajan, la dentina — un tejido similar al hueso, más blando, que cubre la raíz — queda expuesta”, dice Harms. A diferencia del esmalte, que es la defensa natural de nuestros dientes contra la caries, la dentina decaerá rápidamente cuando la bacteria penetre dentro de la parte rajada del diente. “Incluso si la rajadura es pequeña, por favor no la ignores — haz que te la arreglen de inmediato o de lo contrario se volverá 10 veces peor antes de que te des cuenta”, dice Harms.
12. Si no recibes flúor del agua o la pasta de dientes, te arriesgas a tener un 20-40% más de caries.
“Hay un gran debate acerca del flúor, pero los investigadores han demostrado que el flúor previene la caries”, dice Harms. La mejor manera de obtener el flúor es ingerirlo con el agua, ya que se mete en tu torrente sanguíneo y trabaja desde el interior del diente — “es un combatiente natural contra la caries”, dice Harms.
La ingestión de flúor y el uso de pasta dental o enjuagues con flúor ha demostrado reducir hasta en un 40% la posibilidad de tener caries. Los niveles de caries son significativamente más altos en las regiones donde el agua no posee flúor, dice Harms, por lo que el gobierno realmente supervisa y modifica la cantidad para que sea óptima, lo que se llama “fluoración”. Es una parte muy importante de una buena salud oral y no debe darse por heho, dice Harms.
13. Si tienes hijos, asegúrate de pasarles estos hábitos de limpieza tan rápido como sea posible, debido a que la caries dental es una de las enfermedades crónicas más comunes de la infancia.
“La caries dental es cerca de cinco veces más común que el asma en los niños”, dice Harms. Se la considera una enfermedad crónica de la niñez, porque los malos hábitos de higiene dental a una edad temprana pueden llevar a una caries dental grave, enfermedad de las encías y pérdida de tejido o hueso en el futuro. “Tienes que comenzar los buenos hábitos tempranamente, o de lo contrario terminarán extrayéndote dientes en la adolescencia.” No vemos esto a menudo en los países del primer mundo, pero eso es sólo porque la higiene dental se convirtió en una prioridad de salud pública en el siglo pasado. Todavía es un problema importante en los países en desarrollo, donde las personas tienen poco o ningún acceso a la atención odontológica.
14. La mala salud dental también puede afectar a tu salud en general.
La enfermedad de las encías, caries y pérdida de dientes son obviamente afecciones dolorosas e incómodas, pero la pérdida de cualquier tipo de función de tus dientes también hace que el comer y el uso de tu boca sean más difíciles. “Ha habido una investigación que vincula la enfermedad de las encías y los bebés con bajo peso al nacer, y algunos estudios que muestran una relación entre las bacterias de la enfermedad de las encías y las enfermedades cardíacas”, dice Harms. En general, tener una boca y dientes sanos es fundamental para tener una buena salud en general.
15. Y aunque cuides bien tu dentadura, aún así necesitas ver a un dentista regularmente.
“Incluso si eres un fabuloso cepillador y pasador de hilo dental y parece que tienes dientes increíbles, la mayoría de nosotros no somos ‘perfectos’”, dice Harms. Los dentistas pueden ver muchas cosas que tú no puedes (incluyendo el interior de tus dientes con rayos X) y más importante, pueden ayudarte a resolver tus propias necesidades.
“Cada uno es diferente y, en cierta forma, requiere una rutina de limpieza o productos únicos dependiendo de sus problemas”, dice Harms. Por lo que intenta ser súper amigable con tu dentista y no tengas miedo de dejar que husmee tu boca, porque deberías volver allí cada seis meses.