Muchas personas consideran que el cepillarse los dientes y enjuagarse es suficiente para mantener una buena higiene, pero se olvidan de un componente importante de la cavidad bucal: la lengua.
La limpieza de la lengua asegura una buena higiene bucal, evitando asi el mal aliento (halitosis) y la temida gingivitis, ya que al no cepillar la lengua la convierte en un gran depósito de bacterias causantes de los males ya mencionados.
► Leer también: HIGIENE BUCAL: Uso del hilo dental y cepillos interproximales
► Leer también: HIGIENE BUCAL: Uso del hilo dental y cepillos interproximales
Para mantener una correcta higiene en la lengua, se puede limpiar frotándola con suavidad hacia delante mediante el cepillo de dientes, sin olvidarnos de las zonas posteriores donde más se acumulan las bacterias, o bien utilizando herramientas específicas como un limpiador lingual.
Una vez terminada esta acción, se debe utilizar un enjuague bucal y llevarlo a la parte más posterior de la lengua a traves de una gárgara para limpiar la zona donde muchas veces no llegan los cepillos y donde también se acumulan bacterias.
Hay que limpiar la lengua de forma correcta, es decir, firmmente, pero sin dañar las papilas para no producir inflamaciones en la superficie. Según los odontólogos, una lengua sana tiene un color rosado y no debe estar cubierta por ninguna capa conocida como "saburra".
Tema Relacionado: ¿Que es esa capa blanca sobre mi lengua?
No hay comentarios:
Publicar un comentario