lunes, 18 de noviembre de 2013

¿Existen agujeros negros en el océano?

¿Existen agujeros negros en el océano?













Los gigantescos agujeros negros del espacio son
sin dudas uno de los fenómenos naturales más 
interesantes y enigmáticos del universo, sobre 
ellos giran un sin número de teorías y no pocas 
obras de la literatura de ciencia ficción los 
han usado como pretexto para contar las 
más variadas historias.







Pero otros “agujeros negros” menos conocidos 
han sido descubiertos hace pocos años por 
los oceanógrafos en nuestro propio planeta,
un fenómeno que está en pleno epicentro de 
las investigaciones marinas debido a sus 
particulares características y su posible 
influencia en la regulación del clima.
De estos agujeros negros oceánicos
queremos hablarte hoy.





Descubrimiento de los agujeros negros
en el océano






Estos fenómenos fueron inicialmente 
documentados entre noviembre del 
2006 y febrero del 2007, cuando un satélite 
que exploraba el Atlántico sur tomó una 
imágenes de grandes remolinos de alrededor 
de 150 km dediámetro que llamaron la 
atención de los científicos.







Rápidamente comenzaron las investigaciones 
y descubrieron que estos remolinos se 
comportaban de una manera muy similar a
los agujeros negros del espacio, ya que 
atrapaban numerosos elementos que entraban
en ellos de tal manera que no podían escapar,
tanto elementos extraños al mar como los 
plásticos,como el agua, entre otros.



¿En qué se parecen a los agujeros negros
espaciales?







Aunque estos fenómenos marinos y los verdaderos
agujeros negros tienen un origen y una 
explicación abismalmente diferentes, ciertas 
características de estos remolinos han 
desconcertado a los investigadores, por su 
similitud a lo que ocurre en el espacio.



Los agujeros negros espaciales se caracterizan 
por poseer una masa tan grande que su gravedad
es capaz de atraer todo lo que está demasiado
cerca de su rango de acción, incluso la luz. 
En muchos casos y debido a determinadas 
condiciones, la luz forma órbitas cerradas
que forman unas barreras llamadas esferas 
de fotones alrededor del agujero, según la 
teoría de la relatividad de Einstein.




Pues bien, estos nuevos agujeros presentan en el 
borde de sus vórtices un ancho cinturón brillante 
muy semejante a las esferas de fotones 
anteriormente descritas, aunque en estos 
casos están formadas por invertebrados 
marinos bioluminiscentes.
Las partículas del fluido en este caso se mueven
en una órbita cerrada similar al movimiento de 
la luz en la fotosfera, y nada puede escapar 
de su interior, como ocurre en el espacio.

Un estudio de un año de duración demostró 
que transcurrido ese tiempo, el agua y todo 
lo que se encontraba en el interior de 
estos remolinos seguían sin mezclarse
con el agua circundante.









¿Qué implicaciones podrían tener estos 
fenómenos?


Según los científicos, que publicaron sus 
descubrimientos recientes en la revista Journal 
of Fluid Mechanic, estas barreras luminosas 
podrían ayudar a identificar los límites de estos
remolinos oceánicos, pues estos son complicados 
de localizar en muchas ocasiones, lo cual se 
complica aún más si tenemos en cuenta que estos
grandes giros van a la deriva a través del océano.
Esto ayudaría a estudiar mejor el funcionamiento
de los océanos y su influencia sobre el clima 
global o local.




No hay dudas de que estos fascinantes fenómenos
recién descubiertos están abriendo numerosas 
interrogantes y en los próximos años las 
investigaciones estarán centradas en aportar 
más respuestas sobre su posible impacto 
ecológico, atmosférico, físico y químico tanto 
en la parte líquida,como la parte terrestre
de nuestro planeta.









Interesante descubrimiento,

¿verdad? 










GRACIAS



Y




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